Recuperar el espacio que nutra la base de practicantes desveló a los referentes del squash del Club Atlético Estudiantes (CAE) de Paraná durante la cuarentena. Al salir del encierro, la idea se transformó en prioridad y Mirador Entre Ríos lo reflejó en una de sus publicaciones.
Cuatro años después, la continuidad exhibe no solo el logro de ese objetivo sino un valioso mensaje de inclusión: la Escuelita de Squash cuenta con unos 20 integrantes permanentes y su profesor no solo es idóneo de este deporte sino un docente de Educación Física, carrera de la cual se graduó sin que su discapacidad auditiva lo impida.
Facundo Astrada practica squash hace muchos años, integró la selección argentina y en 2022 tomó el desafío de reflotar el espacio formativo. Desde entonces, pone en práctica su experiencia de juego y su perfil docente.
De los tres días semanales de entrenamientos, solo en uno tiene asistencia de una intérprete de Lengua de Señas y, en todos los casos, conduce al grupo con toque magistral.
PASEN Y VEAN
Disfrutando del presente y proyectando un futuro superlativo, Facu recibió a Mirador Entre Ríos para mostrar los progresos de sus pupilos y transmitir su pasión por el deporte que se practica de a dos o cuatro jugadores, con raqueta, pelota de goma y entre cuatro paredes.
Por intermedio de Raquel Rossi, la intérprete, relató que la Escuelita se inició con solo dos integrantes, hace dos años, y que llegó a su actual número gracias a una campaña de difusión en el club, redes sociales y en los círculos de amistad de quienes se fueron sumando. “Estimulamos el respeto a las reglas de juego y hacia sus compañeros, lo hacemos con el apoyo institucional. Los chicos fueron conociendo este deporte y mejorando el contacto entre ellos”, destacó el profe.
SIN BARRERAS
La comunicación y la accesibilidad son muy importantes para el desarrollo del proyecto y por ello, desde el año pasado, la Escuelita sumó a la intérprete Raquel, quien concurre semanalmente. No obstante, cuando no lo hace, Facundo logra igualmente mantener un buen intercambio comunicativo utilizando como principal herramienta los gestos técnicos.
“Ha sido muy importante para mí poder relacionar las dos carreras: la deportiva y la universitaria”, resumió Astrada, quien admite estar cumpliendo una aspiración. “El squash siempre fue parte de mis sueños y pude concretarlo compitiendo a escala nacional. Pero, mientras estudiaba en la facultad, veía que no había quién continuara la conducción de la escuelita. Cuando me brindaron esta posibilidad desde el club, fue un logro importantísimo para un profesor sordo trabajar con chicos oyentes”, declaró.
“Es importante lograr la igualdad en la sociedad; quienes padecemos una discapacidad auditiva podemos competir y estar a la altura de los oyentes”, agregó, agradecido por la confianza recibida.
La buena comunicación no se reduce a la Escuelita. Desde la subcomisión se fomenta la interacción con los squasheros adultos y, últimamente, con pares de otros lugares. Precisamente, una exhibición de integrantes de la selección argentina amplió su interés y los motivó a viajar a las competencias nacionales y a superarse. “Nuestro objetivo es que la escuela sea abierta, para seguir desarrollando al squash en el club”, señaló el docente.
UNA BUENA OPCIÓN
Expectantes por el encuentro interno que los tendrá como protagonistas el sábado 19 y el viaje al Nacional de Menores de Mar del Plata, el mes próximo, el profesor y los alumnos invitaron a sumarse a la Escuelita de Squash del CAE. “Que experimenten compartir, divertirse y ser respetuosos. Siempre buscamos la manera para comunicarnos mejor y que quienes vengan se sientan felices”, repitió Astrada.
“Se trata de un deporte de formación integral, que saca lo mejor de cada practicante, explora el compañerismo y la igualdad, y tiene un desarrollo en conjunto con los jugadores mayores. Se logra gracias al acompañamiento de la institución”, continuó, al caracterizar el proyecto.
CÓMO SUMARSE
La Escuelita de Squash de Estudiantes funciona los lunes, miércoles y viernes, entre las 17 y las 19.
Se divide en dos grupos etarios: de seis a 10 años y de 11 a 16 o 17 años.
Según lo definió el profesor Facundo Astrada, la práctica del squash contribuye a tener una gran rapidez de movimientos, al desarrollo de distintos grupos musculares, a mejorar los reflejos y a tener un campo amplio de visión. Pero, según su experiencia, lo que lo hace realmente distintivo es que “hace explotar lo que tenés dentro tuyo y te hace sentir más fuerte y libre”.