La jueza de Garantías de Paraná, Paola Firpo, resolvió este lunes 21 de octubre hacer lugar al acuerdo que consensuaron el fiscal, Juan Ramírez Montrull, y el defensor público, Rodrigo Juárez, y prorrogó la prisión preventiva en la modalidad de arresto domiciliario en una huerta de Paraná que se especializa en el tratamiento de adicciones.

Gómez está acusado de dar muerte a Michael Zalazar, que tenía 22 años cuando fue hallado en su casa, donde vivía con el imputado y su madre, que a la vez era pareja de Gómez. El joven fue encontrado recostado en su cama.

Si bien en el comienzo de la investigación se presumió que se estaba en presencia de un deceso por causas naturales, la autopsia que realizaron los peritos del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial pudo determinar una muerte por asfixia por compresión mecánica. Este informe permitió re direccionar la pesquisa y así se llegó a Gómez y a la madre de la víctima, Stella Maris Ledesma.

Tras escuchar la formulación del hecho que se le imputa a Gómez y de los términos de la prórroga de la medida cautelar, la jueza requirió precisiones sobre la situación procesal de la madre de la víctima. Las partes informaron que quedó desvinculada de la causa a partir de la declaración que prestó en sede judicial. En este sentido, al final de la audiencia la jueza le preguntó al imputado si entendía lo que se estaba dirimiendo en la audiencia, recibiendo por respuesta que sí. El acusado también manifestó: “Me gustaría que se investigue más porque no soy culpable”.

La defensa, al fundamentar el acuerdo celebrado con el fiscal, reconoció que existen riesgos procesales que pueden ser conjurados con el arresto preventivo en la institución, destacando que allí, además de contención por su problema de adicción al alcohol, encuentra “contención espiritual”.

A su turno el fiscal refirió a que la medida luce pertinente puesto que en esta etapa de la investigación Fiscalía cuenta con testimonios que apuntan hacia Gómez. En este sentido, mencionó que hubo testigos que refirieron que el acusado había manifestado que iba a matar a Zalazar por los problemas que le causaba por la adicción del joven a los estupefacientes.