Newell’s vive un presente caótico. Nada se puede planificar en el club del Parque de la Independencia en un ambiente así de convulsionado extendido durante tanto tiempo. De hecho, la dirigencia “leprosa” ya ni siquiera puede sostener un interinato, como estaba planteado el ciclo de Ricardo Lunari tras la salida de Sebastián Méndez. El sábado, luego de la derrota en La Plata frente a Gimnasia, la directiva de la “Lepra” salió rápidamente a anunciar que se había terminado la breve primavera de Lunari al frente del plantel superior. Los motivos de esta insólita decisión parecen ser dos. El primero es dejar de perder tiempo y salir a buscar ya un entrenador con espalda y experiencia para que empiece a trabajar de cara a la temporada 2025. El segundo posiblemente sea evitar que en el próximo partido de local todos los cuestionamientos estén dirigidos hacia el palco presidencial, cuando en Newell’s ya se empieza a respirar clima político por las elecciones del año que viene.
En los próximos días, Newell’s anunciará a su cuarto entrenador del año. La temporada arrancó con el uruguayo Mauricio Larriera, siguió con Sebastián Méndez y se prolongó hasta el sábado pasado con la conducción de emergencia de Ricardo Lunari, que anteriormente se desempeñaba como conductor de la Reserva. Hace algunas semanas atrás, cuando Lunari tomó el “fierro caliente” de la primera división “rojinegra”, tanto el presidente Ignacio Astore como el director deportivo Rubén Capria anunciaron que el ex delantero tenía asegurado su trabajo al frente del plantel hasta fin de año. Ni siquiera eso se pudo sostener en el club rosarino.
Lunari arrancó muy bien su trabajo y rápidamente logró cambiar la energía negativa que se respiraba en la corta etapa del “Gallego” Méndez, un técnico que nada tenía que ver con la historia de Newell’s, lo mismo que su antecesor Mauricio Larriera. El triunfo sobre Tigre, el empate que estuvo muy cerca de ser victoria en cancha de Deportivo Riestra y los tres puntos que quedaron en casa frente a Lanús, entusiasmaron a todos y la dirigencia se animaba a deslizar que Lunari podría quedarse en el cargo de continuar los resultados positivos. Tan solo un mes después, la cuenta de la red social X de Newell’s anunciaba la interrupción del trabajo del DT.
Después de aquel arranque prometedor, Newell’s volvió a ser el de antes. El anterior parate del torneo por los partidos de la selección en las Eliminatorias, actuaron como un freno de mano contra la incipiente remontada “rojinegra”. El equipo empató de local con Sarmiento, perdió de visitante ante Unión, fue goleado por Huracán en el “Coloso” y finalmente este sábado volvió a tropezar en La Plata. La primavera de Lunari se llenó de nubarrones y los directivos otra vez hicieron saltar el fusible.
Estos próximos diez días pueden ser claves para el futuro de Newell’s. Astore y Capria deberán anunciar lo antes posible un entrenador con la espalda y la inteligencia suficiente como para terminar el campeonato de una manera al menos digna, depurar el plantel a fin de año y hacer un mercado de pases productivo, como el club rosarino no ha logrado concretar en los últimos largos años.
Ya suenan algunos nombres para ese desafío tan exigente. El que picó en punta es el de Sebastián Domínguez, que hoy está al frente del primer equipo de Tigre. El “Negro” tiene fuerte personalidad, una idea de juego bien definida y el respaldo de haber salido de las inferiores del club y de haber dado una vuelta olímpica en aquel Torneo Apertura de 2004, de la mano del “Tolo” Gallego. La principal traba es que actualmente tiene trabajo y Tigre quiere que continúe en el cargo el año que viene.
El otro nombre fuerte es el de Mariano Soso, un joven entrenador identificado con el club, que ya trabajó en la primera de la “Lepra” como ayudante de Javier Torrente. Actualmente, Soso es el DT de Alianza Lima de Perú, pero las primeras conversaciones indican que estaría dispuesto a interrumpir su contrato para venir a Newell’s.