Este jueves 28 de noviembre, por la mañana, poco antes de que el personal de los locales comerciales Diarco empezase la jornada laboral y mientras llovía, se los notificó de que no continuarán operando en Concordia. En consecuencia, tanto la sucursal ubicada en el centro como la de la zona este no abrieron al público.

Una de las máximas autoridades de la firma, acompañada del auditor y también por un escribano, dio la noticia al personal concordiense. Según explicaron, son 38 familias las que quedaron sin sustento.

Lo que esperan, ahora, es percibir todo lo que les corresponda. “Normalmente pagan todo, nunca tuvieron drama y espero no sea la excepción”, mencionaron.

Casualmente, esta misma semana se publicó una entrevista en streaming a Roberto Goldfarb, dueño de Diarco. Fue realizada por “La Fábrica”, un podcast hecho por industriales argentinos “que buscan debatir y escuchar voces de todos los ámbitos y espacios políticos para conocer sus miradas sobre los temas que impulsan el desarrollo de Argentina”, tal como se presentan.

En la entrevista, el empresario dijo que las ventas “vienen como el tuje” y también analizó aspectos como la inflación, el rol de los industriales y su historia de superación y logros.

Además, hace pocos días habían cerrado una de las sucursales en Chaco y hubo problemas en otras provincias.

BAJAS VENTAS

Tras el cierre y la discusión con los representantes de la firma, Juan Laino, empleado hace 14 años y delegado gremial de la empresa en Concordia mencionó a Mirador Entre Ríos: “Nos encontramos con esto sin aviso previo, directamente cerraron hoy la empresa delante de todos los empleados”.

“Se venía palpitando porque las ventas hace meses que no abundaban. Llegó algo que tal vez nos imaginamos, justo hoy que por ahí no era el momento por ser épocas de fiestas, pero la empresa decidió cerrarlo”, amplió.

Aclaró, consultado al respecto, que desde la empresa no habían dado señales de que el cierre fuese a suceder. “Sólo vemos en el volumen de las ventas. Con los uruguayos era casi el 50% más ventas”, admitió sobre lo que generaba la disparidad cambiaria en su momento. “Ahora, al no haber buen precio para la gente de la ciudad, los clientes se fueron para otro lugar. Los números no dieron a la empresa y quedamos todos despedidos”, dijo.

“La imagen que nos queda es triste, como si nada se presentaron cuatro personas con un escribano de Concordia que nos leyó el acta de que el local cerraba por el tema del alquiler y pocas ventas. Manuel Gallego, abogado del sindicato, se comunicó, revisó que estuviese todo bien y se firmó el acta. Ahora tenemos que esperar que cumplan con la indemnización y ver cómo sigue nuestra vida y la de nuestras familias”, detalló finalmente.