Sebastián con Estanislao, en el debut no oficial del vigente apertura, en un amistoso con Rowing el pasado sábado 7 de agosto.
Gabriel Baldi
Si los logros de un hijo alcanzan a llenar el corazón de cualquier padre de orgullo, no hace mucha falta imaginarse el significado que pueden tener para un abuelo, los objetivos cumplidos de su nieto.
La pasión muchas veces se gesta por una motivación personal o por vivencias compartidas con amistades, así como en tantas otras oportunidades, es heredada. En el rugby no hay excepciones y en diferentes ocasiones, un jugador continúa el trayecto deportivo que le sugiriera su papá y aunque en casos menores, por el mismo que transitara su abuelo.
Hace 15 días, tuvo su estreno oficial en la Primera División del Club Tilcara, Estanislao Arrías, cuyos antecesores, su abuelo Manuel y su papá Sebastián, habían conseguido tal anhelo oportunamente.
Sueño cumplido
“Desde que uno llega al club y toma conciencia de la importancia que la institución tiene en tu vida, el sueño pasa a ser llegar a la Primera. Cuando uno es chico, los jugadores de la Primera son tus ídolos, los ejemplos a imitar y de un momento a otro, te llega la oportunidad de estar ahí, debutando en el primer equipo… Al menos para mí, ese sábado va a ser inolvidable”, indicó Estanislao y añadió: “Como frutilla del postre que tuvo este debut oficial, goleamos, apoyé un try y estaba en la cancha toda mi familia… mi abuelo, mi abuela, mi viejo, mi hermana, mis primos, mi mamá, que si bien estaba jugando al hockey, también estaba en el club… ¡Fue un momento único!”, remarcó, en referencia a la victoria de Tilcara por 96-0 sobre La Salle Jobson, en el marco del inicio del Torneo Dos Orillas de Mayores, en su Zona B.
Al respecto, Sebastián sostuvo: “Fue un día de mucha satisfacción. Sin dudas fue un gran orgullo que Estani haya podido cumplir unos de sus sueños que era jugar en la primera del club”. En tanto Manuel no ocultó sus sensaciones tampoco y manifestó: “Me emocionó mucho más lo de Estani. Estoy más viejo y eso juega”.
Similitudes, diferencias, sugerencias
En su época, Manuel jugaba de tercera línea, como octavo, mientras que tanto Sebastián como Estanislao tuvieron el puesto de apertura como posición predilecta.
El mayor de los Arrías, que viera a los dos desempeñarse dentro del campo, opinó: “Juegan muy parecido, pero Estani es mucho más rápido. Si bien ambos patearon a los palos en juveniles -Seba fue goleador del torneo en Cuarta División-, no patean o patearon en Primera. Muy bien ambos en el juego con el pie y buscando touch. Creo que la diferencia también es que Estani jugó en Primera con edad de Menores de 19 años, algo que Seba por ejemplo no”.
A la hora de brindarle consejos técnicos a su hijo, Sebastián reconoció: “Lo aconsejo y trato de contarle mis experiencias y la verdad que hablamos mucho de rugby. Sobre todo, en el concepto íntegro de un jugador de rugby”.
A su turno, ‘Tapa’, como lo llaman sus actuales compañeros de equipo, deslizó: “Siempre que Manuel va y me ve, me aconseja cosas y para mí lo que él me diga, siempre va a ser muy importante. Conoce mucho, tiene muchos años en el rugby y sabe un montón, además es como mi papá. Siempre voy a tener en cuenta sus conceptos. Mientras que, con mi viejo, a quien también lo supe tener de entrenador, lógicamente que siempre lo escucho, hablamos mucho de rugby y sabe como llegar a influenciarme deportivamente de la mejor manera”.
En relación a la influencia de Manuel y el legado en la cotidianeidad con el deporte, para con él y su nieto, Sebastián declaró: “Desde chico por el fuimos al club y lo vivimos con la misma pasión que todos ellos tuvieron y hoy tratamos de devolver todo lo que el club y el deporte nos ha dado. Y con Estani me parece que también logró ayudarlo en la formación y el cariño por el club. Además, no solamente ha tenido el apoyo de nosotros sino de toda la familia desde su mamá, hermanas, abuelos, tíos y primos. Todos siempre apoyándolo y estando pendiente de su pasión.
Otros casos
El debut de Estanislao Arrías en la Primera División tilcarense se sumó a otros casos previos que hubo en Paraná de tres generaciones de una misma familia que se dieran el gusto de jugar a su debido tiempo, en el representativo principal de su club.
En Tilcara mismo, se encuentran los casos de Oscar ‘Cacho’ Cornejo, Juan y Tomás, cuyo paralelismo con los Arrías fue que cada generación compartió cancha en Primera. También está el ejemplo de los Arnau, otro apellido de referencia en el Verde, que inclusive llegaron a la capitanía: Eduardo Arnau, Alejandro y Jerónimo.
En Estudiantes se destacan los Ferreyra: Manuel, Ramiro y sus hijos: Tomás y Álvaro. Tanto Manuel, como Ramiro y Tomás, fueron capitanes del CAE, en 1941, 1994 y 2021/21, respectivamente.
Por otro lado, hubo casos similares de generaciones que jugaran en Primera División, pero de distintos clubes. Luis Dorigon jugó en Tilcara, mientras que su hijo Fabián y su nieto Sebastián, lo hicieron para Estudiantes. Del mismo modo, los Caíno. Raúl Alfredo, un emblema de la ‘Primera Porteña’ de Estudiantes. Lo siguió su hijo, Tomás, destacado tercera línea y sus nietos, en Rowing: Rodrigo, Agustín y Julián.
En tanto, los Ballesteros tuvieron la particularidad de lucir tres camisetas. Héctor Abel Ballesteros jugó en la histórica ‘Primera Porteña’; su hijo Pablo lo hizo en Rowing y luego en Tilcara y, su nieto, Juan Ignacio, también hizo lo propio en la entidad de Sauce Montrull.
Si los logros de un hijo alcanzan a llenar el corazón de cualquier padre de orgullo, no hace mucha falta imaginarse el significado que pueden tener para un abuelo, los objetivos cumplidos de su nieto.
La pasión muchas veces se gesta por una motivación personal o por vivencias compartidas con amistades, así como en tantas otras oportunidades, es heredada. En el rugby no hay excepciones y en diferentes ocasiones, un jugador continúa el trayecto deportivo que le sugiriera su papá y aunque en casos menores, por el mismo que transitara su abuelo.
Hace 15 días, tuvo su estreno oficial en la Primera División del Club Tilcara, Estanislao Arrías, cuyos antecesores, su abuelo Manuel y su papá Sebastián, habían conseguido tal anhelo oportunamente.
Sueño cumplido
“Desde que uno llega al club y toma conciencia de la importancia que la institución tiene en tu vida, el sueño pasa a ser llegar a la Primera. Cuando uno es chico, los jugadores de la Primera son tus ídolos, los ejemplos a imitar y de un momento a otro, te llega la oportunidad de estar ahí, debutando en el primer equipo… Al menos para mí, ese sábado va a ser inolvidable”, indicó Estanislao y añadió: “Como frutilla del postre que tuvo este debut oficial, goleamos, apoyé un try y estaba en la cancha toda mi familia… mi abuelo, mi abuela, mi viejo, mi hermana, mis primos, mi mamá, que si bien estaba jugando al hockey, también estaba en el club… ¡Fue un momento único!”, remarcó, en referencia a la victoria de Tilcara por 96-0 sobre La Salle Jobson, en el marco del inicio del Torneo Dos Orillas de Mayores, en su Zona B.
Al respecto, Sebastián sostuvo: “Fue un día de mucha satisfacción. Sin dudas fue un gran orgullo que Estani haya podido cumplir unos de sus sueños que era jugar en la primera del club”. En tanto Manuel no ocultó sus sensaciones tampoco y manifestó: “Me emocionó mucho más lo de Estani. Estoy más viejo y eso juega”.
Similitudes, diferencias, sugerencias
En su época, Manuel jugaba de tercera línea, como octavo, mientras que tanto Sebastián como Estanislao tuvieron el puesto de apertura como posición predilecta.
El mayor de los Arrías, que viera a los dos desempeñarse dentro del campo, opinó: “Juegan muy parecido, pero Estani es mucho más rápido. Si bien ambos patearon a los palos en juveniles -Seba fue goleador del torneo en Cuarta División-, no patean o patearon en Primera. Muy bien ambos en el juego con el pie y buscando touch. Creo que la diferencia también es que Estani jugó en Primera con edad de Menores de 19 años, algo que Seba por ejemplo no”.
A la hora de brindarle consejos técnicos a su hijo, Sebastián reconoció: “Lo aconsejo y trato de contarle mis experiencias y la verdad que hablamos mucho de rugby. Sobre todo, en el concepto íntegro de un jugador de rugby”.
A su turno, ‘Tapa’, como lo llaman sus actuales compañeros de equipo, deslizó: “Siempre que Manuel va y me ve, me aconseja cosas y para mí lo que él me diga, siempre va a ser muy importante. Conoce mucho, tiene muchos años en el rugby y sabe un montón, además es como mi papá. Siempre voy a tener en cuenta sus conceptos. Mientras que, con mi viejo, a quien también lo supe tener de entrenador, lógicamente que siempre lo escucho, hablamos mucho de rugby y sabe como llegar a influenciarme deportivamente de la mejor manera”.
En relación a la influencia de Manuel y el legado en la cotidianeidad con el deporte, para con él y su nieto, Sebastián declaró: “Desde chico por el fuimos al club y lo vivimos con la misma pasión que todos ellos tuvieron y hoy tratamos de devolver todo lo que el club y el deporte nos ha dado. Y con Estani me parece que también logró ayudarlo en la formación y el cariño por el club. Además, no solamente ha tenido el apoyo de nosotros sino de toda la familia desde su mamá, hermanas, abuelos, tíos y primos. Todos siempre apoyándolo y estando pendiente de su pasión.
Otros casos
El debut de Estanislao Arrías en la Primera División tilcarense se sumó a otros casos previos que hubo en Paraná de tres generaciones de una misma familia que se dieran el gusto de jugar a su debido tiempo, en el representativo principal de su club.
En Tilcara mismo, se encuentran los casos de Oscar ‘Cacho’ Cornejo, Juan y Tomás, cuyo paralelismo con los Arrías fue que cada generación compartió cancha en Primera. También está el ejemplo de los Arnau, otro apellido de referencia en el Verde, que inclusive llegaron a la capitanía: Eduardo Arnau, Alejandro y Jerónimo.
En Estudiantes se destacan los Ferreyra: Manuel, Ramiro y sus hijos: Tomás y Álvaro. Tanto Manuel, como Ramiro y Tomás, fueron capitanes del CAE, en 1941, 1994 y 2021/21, respectivamente.
Por otro lado, hubo casos similares de generaciones que jugaran en Primera División, pero de distintos clubes. Luis Dorigon jugó en Tilcara, mientras que su hijo Fabián y su nieto Sebastián, lo hicieron para Estudiantes. Del mismo modo, los Caíno. Raúl Alfredo, un emblema de la ‘Primera Porteña’ de Estudiantes. Lo siguió su hijo, Tomás, destacado tercera línea y sus nietos, en Rowing: Rodrigo, Agustín y Julián.
En tanto, los Ballesteros tuvieron la particularidad de lucir tres camisetas. Héctor Abel Ballesteros jugó en la histórica ‘Primera Porteña’; su hijo Pablo lo hizo en Rowing y luego en Tilcara y, su nieto, Juan Ignacio, también hizo lo propio en la entidad de Sauce Montrull.
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