El ingreso de teléfonos celulares a las unidades penitenciarias de la provincia ha sido identificado como uno de los problemas cruciales en la problemática de la inseguridad ya que, más allá del uso privado que puedan hacer los internos, en muchos casos está comprobado que son el elemento utilizado para organizar delitos que se cometen fuera de los muros.
Por esa razón las autoridades han puesto la mira en esa práctica, incorporando tecnología para detectar aparatos en relevo de las tradicionales requisas (que quedaron reservadas solo para los casos en que se detecte la presencia de algún elemento sospechoso), y a la vez obligando a utilizar recursos cada vez más ingeniosos para tratar de eludirlos.
Así es como en los últimos días fue noticia el caso de un agente penitenciario que intentó introducir 17 teléfonos celulares en una mochila, en Coronda, después de que unos días atrás también dos abogados particulares tratasen de llevarles dispositivos de este tipo a sus clientes, en la cárcel de Piñero.
En este caso, la noticia también se produjo en Piñero este día lunes, cuando los escáneres detectaron la presencia de elementos sospechosos en un bolso que traía una persona visitante, conteniendo alimentos para un interno. Específicamente, y como lo exponen las fotografías que acompañan esta nota, dentro de una papa...
Nada nuevo
Este hecho se suma a un vasto repertorio de casos en los que el ingenio fue puesto al servicio de esta irregularidad, utilizando un televisor, el apoyabrazos de una silla de ruedas o la suela de una zapatilla. Pero más allá de lo extravagante del mecanismo utilizado, el episodio revela la gravedad del problema, puesto que se trata de acciones recurrentes, que intentan llevarse a cabo pese a los controles tecnológicos instalados.
La novedad que podría marcar una diferencia determinante, según esperan las autoridades, se producirá en breve, cuando se instalen los inhibidores de señal, que lisa y llanamente impedirán toda comunicación hacia afuera desde el interior del instituto penitenciario. Según pudo saber El Litoral, ya están disponibles los equipos para hacer las primeras pruebas en Piñero, y se llevarán a cabo en los próximos días con personal del Invap.