El clásico de Rosario es uno de los partidos más importantes de Argentina.
Foto:Archivo.
Gisela Mesa [email protected]
¿Qué cosas definen a una nación? La característica más destacada suele ser el deporte, indudablemente en nuestro país, el fútbol ha sido ilustrado por las masas no sólo como una práctica, sino también como un arte, una pasión de multitudes. Los partidos de fútbol son un símbolo fuerte que marca nuestra identidad futbolera.
En Rosario se destaca el superclásico Rosario Central y Newell's Old Boys un encuentro que genera sentimientos encontrados. Mirador Provincial dialogó con el destacado historiador santafesino Vicente Serra para conocer a fondo la historia de este clásico rosarino.
Sin dudas la camiseta no se mancha, se la cuida, se la llora, se ríe, se grita y se sufre en silencio.
El inicio del fútbol
-¿Dónde se origina el fútbol?
-Siempre se ha dicho que el fútbol tuvo su origen en Inglaterra. Se dice que el fútbol y su historia comenzaron a partir del año 1863 (el año en el que se fundó The Football Association)… Verdad a medias: en América, antes de la llegada de los europeos, los aborígenes jugaban con balones impulsados con los pies. Así, se conocen competencias "futbolísticas" entre mayas, aztecas, incas siux y guaraníes.
-¿Cómo nace la pasión en nuestro país?
-1.867 parece ser la fecha fundacional del fútbol en Argentina, por lo menos de manera institucional, al crearse el Buenos Aires football club y disputarse el primer partido.
Los jugadores eran empleados de empresas británicas, de bancos y financieras de ese origen que nuestro gobierno, el de Bartolomé Mitre, alentaba para que se radicaran e invirtieran en el país. Pronto se sumaron alumnos y egresados de colegios ingleses.
El nuevo deporte comenzó a imponerse en Rosario, porque hasta entonces sólo se conocían juegos criollos, como el pato, la taba cinchada, cuadreras y riñas de gallos.
En terrenos ferroviarios se practicaba el football, con reglas indefinidas, en canchas de diferentes tamaños y con variable cantidad de jugadores. Un inconveniente era conseguir la pelota de cuero, por lo que se esperaba en el puerto la llegada de barcos ingleses que aportaran el elemento.
Se dice que en Rosario el primer partido que se recuerda fue en la bajada Sargento Cabral entre ferroviarios y marineros, y que terminó en empate.
Central y Newell's
-¿Qué sabemos del nacimiento de los dos grandes clubes de Rosario?
-En la víspera de la navidad de 1.889 un grupo de empleados del Ferrocarril Central Argentino que de manera rudimentaria se reunía a practicar este deporte, se junta en un bar de Av. Alberdi 23 bis con la intención de organizar un club.
Un tal Tohmas Mutton propone llamarlo "Central Argentine Railway Athletic Club", con el escocés Collin Calder como presidente. Sólo podían ser socios los empleados ferroviarios ingleses, que entonces no pasaban de 70 simpatizantes.
En 1903 se reforma el estatuto para que pudieran ingresar criollos y no ferroviarios. Y un año después se define la camiseta con los colores azul y oro. También se castellaniza el nombre Club Atlético Rosario Central.
Del otro lado, en 1884 Isaac Newell telegrafista ferroviario y docente funda en Rosario el colegio anglicano Comercial Anglo Argentino, donde se práctica el fútbol como disciplina, en calle Entre Ríos donde se encuentra actualmente el viejo Nacional Nº 2.
En 1903, el nuevo director, su hijo Claudio Lorenzo, en compañía de alumnos y egresados funda el Club Atlético Newell Old Boys y diseñan una camiseta blanca y celeste con el escudo de la institución. Luego adoptarían la clásica roja y negra por los colores de la bandera inglesa y alemana, por la nacionalidad de la esposa de Isaac.
El primer clásico
-¿Cómo se dio ese primer clásico?
-Fue en el campo de deporte del club de cricket Plaza Jewell (luego Atlético del Rosario) en Pte. Roca y Salta, donde se disputó el primer clásico, organizado por la recientemente creada Liga Rosarina, "Copa Pinasco" el 18 de julio de 1.905. El triunfo fue para los rojinegros 1 a 0 con gol de Faustino González.
Pero la Liga Rosarina era de segunda división. Los de la primera jugaban por la Copa Confederación de la Asociación de Futbol con equipos porteños y de Montevideo, razón por la cual debían presentar planteles con distintos jugadores. En la Liga Rosarina participaban también Atlético del Rosario, Gimnasia y Esgrima, Provincial y Central Córdoba.
Son notables las fotos de época con jugadores con rodillera y pantalón largo, algunos con gorras.
Si bien la historia de los clásicos da una leve ventaja a Rosario Central, los que ganan cómodamente son los empates.
El aliento de la hinchada
Todos los equipos del mundo tienen sus cánticos; algunos son ingeniosos, otros insultantes. Pero uno se hizo famoso y se repite en todos nuestros estadios y aún de otros países. Olé, olé, nacido originariamente en España en las corridas de toros, ante un pase elegante del torero, o en los bailes andaluces.
Pero se cuenta que su invento en encuentros futbolísticos data de 1.958 en México, cuando se jugaba un amistoso entre River y Botafogo. Las endiabladas gambetas de Garrincha, tenían loca a la defensa argentina, cuando, de repente, la hinchada local comenzó a premiar con un olé, olé de admiración al habilidoso brasileño.
En los países europeos se usa la ola, como festejo, cuando progresivamente los asistentes se paran con las manos alzadas para homenajear a su equipo. El invento parece ser yanqui, en un partido de beisbol de 1981.
Argentina rechazó la idea, pero institucionalizó el olé-olé a partir del encuentro Argentina-Rusia con agregado de la estrofa "Olé, olé, olé, cada día te quiero más; soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar".
El mejor juego pero sin violencia
A pesar de que desde 1.953 se declaró al pato como deporte nacional, sin duda el más popular es el fútbol. Pero debe ser sin violencia. La pasión no es violencia.
Como dice una reciente gacetilla de la Asociación del Fútbol Argentino: "El futbol es un encuentro, no una batalla. Hay enfrente un rival, no un enemigo. Es una fiesta en la que participan amigos, aunque con indumentaria de distintos colores. La vida vale más que cualquier rivalidad. El fútbol sin violencia no es una utopía
Los jugadores eran empleados de empresas británicas, de bancos y financieras de ese origen que nuestro gobierno, el de Bartolomé Mitre, alentaba para que se radicaran e invirtieran en el país. Pronto se sumaron alumnos y egresados de colegios ingleses.
En terrenos ferroviarios se practicaba el football, con reglas indefinidas, en canchas de diferentes tamaños y con variable cantidad de jugadores. Un inconveniente era conseguir la pelota de cuero, por lo que se esperaba en el puerto la llegada de barcos ingleses que aportaran el elemento.
Los apodos
-¿Cómo surge el apodo leprosos y canallas?
-La ciudad de Rosario tenía desde principios del siglo XX el triste récord de contar con más pacientes con enfermedades infectocontagiosas en el país, especialmente el Mal de Hansen: la lepra. El Patronato de Leprosos del Hospital Carrasco, para recaudar fondos, en 1.920 organizó un encuentro entre los dos principales equipos rosarinos. Los rojinegros aceptaron la invitación, pero no los de Central. Los primeros fueron llamados "leprosos" y los segundos "canallas" (canayas ) en la fonética de Fontanarrosa, por su desprecio al convite. También se dice que en canchas de Newells, en un sector apartado se instalaban los enfermos de lepra.
¿Qué cosas definen a una nación? La característica más destacada suele ser el deporte, indudablemente en nuestro país, el fútbol ha sido ilustrado por las masas no sólo como una práctica, sino también como un arte, una pasión de multitudes. Los partidos de fútbol son un símbolo fuerte que marca nuestra identidad futbolera.
En Rosario se destaca el superclásico Rosario Central y Newell's Old Boys un encuentro que genera sentimientos encontrados. Mirador Provincial dialogó con el destacado historiador santafesino Vicente Serra para conocer a fondo la historia de este clásico rosarino.
Sin dudas la camiseta no se mancha, se la cuida, se la llora, se ríe, se grita y se sufre en silencio.
El inicio del fútbol
-¿Dónde se origina el fútbol?
-Siempre se ha dicho que el fútbol tuvo su origen en Inglaterra. Se dice que el fútbol y su historia comenzaron a partir del año 1863 (el año en el que se fundó The Football Association)… Verdad a medias: en América, antes de la llegada de los europeos, los aborígenes jugaban con balones impulsados con los pies. Así, se conocen competencias "futbolísticas" entre mayas, aztecas, incas siux y guaraníes.
-¿Cómo nace la pasión en nuestro país?
-1.867 parece ser la fecha fundacional del fútbol en Argentina, por lo menos de manera institucional, al crearse el Buenos Aires football club y disputarse el primer partido.
Los jugadores eran empleados de empresas británicas, de bancos y financieras de ese origen que nuestro gobierno, el de Bartolomé Mitre, alentaba para que se radicaran e invirtieran en el país. Pronto se sumaron alumnos y egresados de colegios ingleses.
El nuevo deporte comenzó a imponerse en Rosario, porque hasta entonces sólo se conocían juegos criollos, como el pato, la taba cinchada, cuadreras y riñas de gallos.
En terrenos ferroviarios se practicaba el football, con reglas indefinidas, en canchas de diferentes tamaños y con variable cantidad de jugadores. Un inconveniente era conseguir la pelota de cuero, por lo que se esperaba en el puerto la llegada de barcos ingleses que aportaran el elemento.
Se dice que en Rosario el primer partido que se recuerda fue en la bajada Sargento Cabral entre ferroviarios y marineros, y que terminó en empate.
Central y Newell's
-¿Qué sabemos del nacimiento de los dos grandes clubes de Rosario?
-En la víspera de la navidad de 1.889 un grupo de empleados del Ferrocarril Central Argentino que de manera rudimentaria se reunía a practicar este deporte, se junta en un bar de Av. Alberdi 23 bis con la intención de organizar un club.
Un tal Tohmas Mutton propone llamarlo "Central Argentine Railway Athletic Club", con el escocés Collin Calder como presidente. Sólo podían ser socios los empleados ferroviarios ingleses, que entonces no pasaban de 70 simpatizantes.
En 1903 se reforma el estatuto para que pudieran ingresar criollos y no ferroviarios. Y un año después se define la camiseta con los colores azul y oro. También se castellaniza el nombre Club Atlético Rosario Central.
Del otro lado, en 1884 Isaac Newell telegrafista ferroviario y docente funda en Rosario el colegio anglicano Comercial Anglo Argentino, donde se práctica el fútbol como disciplina, en calle Entre Ríos donde se encuentra actualmente el viejo Nacional Nº 2.
En 1903, el nuevo director, su hijo Claudio Lorenzo, en compañía de alumnos y egresados funda el Club Atlético Newell Old Boys y diseñan una camiseta blanca y celeste con el escudo de la institución. Luego adoptarían la clásica roja y negra por los colores de la bandera inglesa y alemana, por la nacionalidad de la esposa de Isaac.
El primer clásico
-¿Cómo se dio ese primer clásico?
-Fue en el campo de deporte del club de cricket Plaza Jewell (luego Atlético del Rosario) en Pte. Roca y Salta, donde se disputó el primer clásico, organizado por la recientemente creada Liga Rosarina, "Copa Pinasco" el 18 de julio de 1.905. El triunfo fue para los rojinegros 1 a 0 con gol de Faustino González.
Pero la Liga Rosarina era de segunda división. Los de la primera jugaban por la Copa Confederación de la Asociación de Futbol con equipos porteños y de Montevideo, razón por la cual debían presentar planteles con distintos jugadores. En la Liga Rosarina participaban también Atlético del Rosario, Gimnasia y Esgrima, Provincial y Central Córdoba.
Son notables las fotos de época con jugadores con rodillera y pantalón largo, algunos con gorras.
Si bien la historia de los clásicos da una leve ventaja a Rosario Central, los que ganan cómodamente son los empates.
El aliento de la hinchada
Todos los equipos del mundo tienen sus cánticos; algunos son ingeniosos, otros insultantes. Pero uno se hizo famoso y se repite en todos nuestros estadios y aún de otros países. Olé, olé, nacido originariamente en España en las corridas de toros, ante un pase elegante del torero, o en los bailes andaluces.
Pero se cuenta que su invento en encuentros futbolísticos data de 1.958 en México, cuando se jugaba un amistoso entre River y Botafogo. Las endiabladas gambetas de Garrincha, tenían loca a la defensa argentina, cuando, de repente, la hinchada local comenzó a premiar con un olé, olé de admiración al habilidoso brasileño.
En los países europeos se usa la ola, como festejo, cuando progresivamente los asistentes se paran con las manos alzadas para homenajear a su equipo. El invento parece ser yanqui, en un partido de beisbol de 1981.
Argentina rechazó la idea, pero institucionalizó el olé-olé a partir del encuentro Argentina-Rusia con agregado de la estrofa "Olé, olé, olé, cada día te quiero más; soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar".
El mejor juego pero sin violencia
A pesar de que desde 1.953 se declaró al pato como deporte nacional, sin duda el más popular es el fútbol. Pero debe ser sin violencia. La pasión no es violencia.
Como dice una reciente gacetilla de la Asociación del Fútbol Argentino: "El futbol es un encuentro, no una batalla. Hay enfrente un rival, no un enemigo. Es una fiesta en la que participan amigos, aunque con indumentaria de distintos colores. La vida vale más que cualquier rivalidad. El fútbol sin violencia no es una utopía
Los jugadores eran empleados de empresas británicas, de bancos y financieras de ese origen que nuestro gobierno, el de Bartolomé Mitre, alentaba para que se radicaran e invirtieran en el país. Pronto se sumaron alumnos y egresados de colegios ingleses.
En terrenos ferroviarios se practicaba el football, con reglas indefinidas, en canchas de diferentes tamaños y con variable cantidad de jugadores. Un inconveniente era conseguir la pelota de cuero, por lo que se esperaba en el puerto la llegada de barcos ingleses que aportaran el elemento.
Los apodos
-¿Cómo surge el apodo leprosos y canallas?
-La ciudad de Rosario tenía desde principios del siglo XX el triste récord de contar con más pacientes con enfermedades infectocontagiosas en el país, especialmente el Mal de Hansen: la lepra. El Patronato de Leprosos del Hospital Carrasco, para recaudar fondos, en 1.920 organizó un encuentro entre los dos principales equipos rosarinos. Los rojinegros aceptaron la invitación, pero no los de Central. Los primeros fueron llamados "leprosos" y los segundos "canallas" (canayas ) en la fonética de Fontanarrosa, por su desprecio al convite. También se dice que en canchas de Newells, en un sector apartado se instalaban los enfermos de lepra.
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En Perú todos los medios informan que el rosarino Mariano Soso rescindió su contrato con Alianza Lima para asumir en la “Lepra” en las próximas horas. El equipo “rojinegro” será dirigido por uno de los coordinadores de divisiones inferiores este miércoles, desde las 17, en la reanudación del campeonato.
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