En la ciudad de Rosario, existe cierta tradición que premia a los autores jóvenes. En esta oportunidad, el reconocido Concurso Regional permitió que participen escritores de otras latitudes como: Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe, y de la República del Paraguay.

Mirador Provincial dialogó con Juanjo Conti, quien resultó ser uno de los ganadores del concurso con “Popit”; y con los finalistas Derian Passaglia con “Canción de Navidad”, y La isla que se aleja, de Mara Rodríguez.

Juanjo Conti nació en Carlos Pellegrini, Santa Fe. Esporádicamente colabora con medios digitales e impresos. Consultado acerca de cómo tomó la noticia de haber sido uno de los ganadores del concurso dijo: “El llamado telefónico de Oscar Taborda, director de la editorial, me puso muy contento. Sabía que estábamos cerca de la fecha de definición y ya me había puesto un poco ansioso. Unos días antes había soñado que mi novela salía en el puesto 14 y que la editorial publicaba las primeras 15”.

El reconocido Concurso Regional permitió que participen escritores de otras latitudes como: Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe, y de la República del Paraguay.Foto: gentileza

Por su parte, el escritor Derian Passaglia nació en la zona sur de Rosario en 1988. Publicó la novela El alma de las colinas (Blatt & Ríos, 2023) comentó que lo puso contento la premiación “Agradezco a los que eligieron mi novela para que quedara entre las 10”.

En tanto, la escritora Mara Rodríguez (Formosa, 1972) añadió: “Fue una de esas buenas noticias que alegran el día, el mes o la semana. En estos tiempos no prosperan buenas noticias. Así que lo sentí como cuando abría un chocolate Jack y me venía el simpsons que estaba esperando. Además, soy fan de la EMR y lectora de casi toda la colección de novelas cortas”.

Nouvelles premiadas

“Popit es la historia de un viejo programador que tiene Alzheimer y juega todo el día con un popit de silicona. Su hijo, que es ingeniero agrónomo, en un momento cree entrever un mensaje codificado en esa matriz binaria que es el juguete y empieza a intentar descifrarlo”, cuenta Juanjo, luego agrega: “La primera versión de la novela la escribí entre enero y abril de 2023 es un taller por internet (asincrónico) en el que cada semana la coordinadora, Anahí Flores, nos presentaba un tema teórico y a la vuelta de correo los participantes teníamos que enviar un capítulo de nuestro proyecto. Todos los participantes comentaban los capítulos de los otros compañeros”.

En tanto, Derian dice que su novela “trata de unos personajes que van a buscar el muñeco de una tortuga ninja en un viaje al pasado, porque el narrador la necesita para escribir su novela de autoficción. La escribí en la pandemia”. Después comenta: “En esos meses de largas llamadas, hablé con César una noche, mi amigo protagonista de la novela (el real, no el personaje), y flasheamos que caía a mi casa (mi casa de Rosario, la casa de mi mamá en realidad) en un colectivo lleno de alcohol y otras cosas a cualquier hora. Cambié el colectivo por un trineo con corceles blancos. También me inspiré en una película de Seth Rogen, The Night Before, y en El Quijote”. Finalmente Mara cierra: “Es una novelita de iniciación, como se conoce el género, pero tamizado por algo oscuro o extraño. “La isla que se aleja” cuenta la historia de amor entre dos chicas que se conocen en el Club Caza y Pesca de Formosa, a mediados de los 80’. En una de esos días de sol radiante, deciden cruzar a una isla que está en frente del club, para buscar oro enterrado, por aburrimiento, por curiosidad, cosa que hacen los chicos o movidas por las historias. Según una leyenda formoseña, durante la guerra de la Triple Alianza, el mariscal paraguayo Solano Lopez en su retirada, mandó a enterrar oro paraguayo. Los formoseños creen que ese tesoro está en esa isla y es custodiado por espíritus, a veces con forma de luces o, como en la novela, con forma de peces humanos”.

-¿En qué otros concursos han participado?

-J. C.: No suelo participar en muchos concursos. Esta es la primera vez que obtengo un premio. En la edición anterior de este mismo concurso, en 2018, había sido finalista con una novela titulada “Las lagunas” que fue publicada al año siguiente.

-D. P: Participé en varios concursos de literatura pero todavía nunca gané nada, salvo el año pasado, que me gané un fin de semana con estadía paga en Mar del Plata, en un sorteo del trabajo.

-M. R: Soy del team “siga participando”. Creo que los concursos literarios son buenas instancias para ponerse metas y dar por cerrado algunos trabajos. Lo veo más como un impulso o terminar de escribir. El único premio importante que recibí fue el “Entre Orillas 2021, categoría cuento” de la Editorial Municipal Paraná y la Municipalidad de Concepción del Uruguay.

-¿Qué autores/as santafesinos/as leen o siguen?

-J. C: Me gusta mucho mi tocayo Juan José Saer. Conocí su obra cuando vine a Santa Fe a estudiar Ingeniería en Sistemas a la UTN. De los contemporáneos, leo todo lo que publica Francisco Bitar, a cuyo taller asistí durante varios años. Me gusta la poesía de Diego Suárez, Sofía Storani y Gonzalo Vega.

-D. P: Daniel García Helder, el mejor poeta rosarino. Un verso suyo aparece en la primera página de esta novela finalista: no clarea y ya se oyen cacareos. También sus ensayos son increíbles, pero no están editados y solo se pueden leer en los viejos números de la revista Diario de poesía. Leí una novela muy linda de Agustín González protagonizada por una gata llamada Corazón. La obra de Juan Manuel Inchauspe. Los primeros poemas de Francisco Bitar agrupados en El Olimpo. ¿Elvio Gandolfo cuenta como santafesino? Los cuentos "Medieval times" y "19 de diciembre de 1971" de Fontanarrosa.

-M. R: Creo que el primer autor santafesino que leí fue Enrique Butti. Con Enrique éramos compañeros en la redacción de “El litoral”. Enrique me regaló varios de sus libros, entre esos “Indi”, una novela que me voló la cabeza, por el lenguaje, los paisajes y esos personajes entre lo cómico y trágico. En esa época, y también de la mano de Enrique, conocí a Fernando Callero y su obra. La poética de Callero y su actitud, la puesta en escena, porque él mismo era una obra de arte, me fascinaron enseguida. Pero recién comencé a pensarme como escritora después de hacer un taller con Francisco Bitar. Hace algunos años, conocí en un taller de escritura a Cecilia Moscovich.

-¿En qué proyectos literarios están trabajando en este 2024?

-J. C: Estoy corrigiendo un libro de cuentos que publicará Contramar, la misma editorial que en 2019 publicó mi novela “Las iteraciones”. También tengo otra novela inédita que voy puliendo lentamente.

-D. P: Estoy escribiendo un cuento sobre un escritor francés de principios del siglo XX que no se baña. Por circunstancias de la vida voy lento, metí siete páginas en dos meses. Antes en dos meses ya tenía la mitad de una novela escrita. Y empecé una especie de diario de otoño, pero no es estrictamente un diario, no le pongo las fechas. Siempre quise escribir algo sobre esta época del año, delimitado por un tiempo

-M. R: En estos momentos estoy escribiendo algunos cuentos. También tengo iniciadas dos novelas, pero todo como apuntes, nada definido, te diría que son garabatos. Pero están ahí en un archivo, a la espera de que surja un personaje o una idea más fuerte que los haga adquirir vida propia, voz y cuerpo.