Decenas de estudiantes secundarios de escuelas públicas y privadas de toda Santa Fe expusieron sus prototipos en la competencia Agromakers, en la instancia final del certamen que fomenta el espíritu emprendedor y con incidencia en sus comunidades, luego de haberse capacitado y competido a lo largo de todo el año.
El Recinto de Operaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario se volvió sede del certamen que promueve la innovación educativa en los alumnos de 4° y 5° año. El pasado miércoles fue el encuentro en el que los jóvenes emprendedores expusieron sus proyectos finales a través de pitch de tres minutos y frente a un jurado, para relatar sobre sus prototipos que responden a los parámetros de energía renovable, innovación, acción climática y sostenibilidad en el desarrollo local, incidiendo en las necesidades de la comunidad.
El primer premio fue para Cierre Hermético, un proyecto que llegó desde Los Quirquinchos.Foto: BCR
Victoria Cerrano es directora del Laboratorio de Innovación y Emprendimientos de la Universidad Austral, y precisó que “la búsqueda es fomentar en los alumnos escolares el espíritu emprendedor y que tengan la práctica para el futuro oficio o profesión que vayan a emprender. Se evalúa cómo presentan sus prototipos, pero también la incidencia en su comunidad local (sea hacia su comuna, un barrio o una organización)”.
Recordó que “la génesis de Agromakers surgió en 2018 para atender una demanda de un grupo de docentes que nos explicaron que en localidades del norte provincial hay pocas oportunidades para los alumnos de estudiar algún terciario o universidad, y la salida muchas veces es ser emprendedores. Entonces nos consultaron cómo podían apuntalarlos con herramientas que impacten de forma directa”.
Esta jornada coronó un año de trabajo en el que participaron más de 40 escuelas y 220 proyectos que compitieron en dos eliminatorias, y un total de 37 llegaron a la instancia final en la Bolsa de Rosario. Se trata de alumnos de secundarias -oficiales, técnicas y universitarias- de Villa Minetti, San Jorge, Piamonte, Ceres, El Trébol, Las Toscas, Villa Ocampo, Villa Guillermina, Bigand, Sa Pereira, Villa Ocampo, Los Quirquinchos, Tacuarendí, Las Toscas, Chabás y Rosario.
A lo largo del ciclo anual, los alumnos fueron capacitados en mentorías de alumnos de la Universidad Austral (en carreras de Contador, Administración de Empresas, Economía Empresarial, Agronegocios, Marketing en comunicación, Ciencia de Datos, entre otros), y participaron de hackatones internas en sus escuelas (maratones de una jornada) para desarrollar sus ideas innovadoras en torno a problemas locales de sus ciudades y pueblos.
Luego los ganadores de las hackatones compitieron en una segunda instancia regional (dividida entre norte, centro y sur de la provincia), y de cada regional se seleccionaron los proyectos finalistas que llegaron a la competencia final.
El certamen que fomenta el espíritu emprendedor y con incidencia en sus comunidades.Foto: BCR
Desde su creación hace seis años, participaron ya de la competencia Agromakers más de 5.000 estudiantes de toda la provincia, que implicó además la capacitación de sus docentes en torno al ADN emprendedor en fomentar en su enseñanza la innovación y la sostenibilidad.
Distinciones
Hubo tres ganadores y tres menciones por el jurado. Los proyectos que ganaron menciones fueron:
-Agrodex, de la ciudad de Landeta, por su iniciativa de reutilizar silo bolsas para confeccionar ropa de trabajo.
-Jaula Rural, una aplicación que conecta turistas con experiencias rurales en Villa Ocampo.
-Harina Cinco Bocas, de Tacuarendí, que se centra en la producción de harina a base de lentejas.
El tercer premio fue para el proyecto IEA de Villa Guillermina, que consiste en un sistema de tecnificación para invernaderos
El segundo premio se otorgó a Natural Film, un papel film biodegradable elaborado con cera de abeja.
Y el primer premio fue para Cierre Hermético, un proyecto que llegó desde Los Quirquinchos y que busca reutilizar neumáticos y cámaras de bicicletas para fabricar cierres herméticos para silo bolsas, una solución ingeniosa y ecológica.
El jurado estuvo compuesto por Julian Arraigada de la Universidad Austral, Florencia Bonnano de la Fundación BCR, y Carolina Carbonel de Matba Rofex.