Fue una noche de alegría y desahogo para los hinchas de Newell’s, de esas que se recuerdan por mucho tiempo. Por el contexto, porque el rival era Boca, porque la cancha estaba una vez más a reventar, por la lluvia torrencial que se desató sobre el “Coloso Marcelo Bielsa”. Y sobre todo porque el equipo dirigido por Cristian Fabbiani construyó una victoria inapelable, de principio a fin. El triunfazo de la “Lepra” tuvo sustancia, tuvo músculo. Porque se logró con esfuerzo y sacrificio al ciento por ciento, pero también con inteligencia táctica y trabajo semanal llevado al campo de juego. Lo que no puede permitirse Newell’s es quedarse solo con este resultado resonante: ahora tiene fundamentos para ir por los objetivos de verdad.
El 2 a 0 de Newell’s sobre Boca, este domingo en el “Coloso”, le sirvió al plantel “leproso” para demostrar y demostrarse que puede alcanzar un nivel competitivo alto, como para jugarle de igual a igual a cualquier rival. Es cierto que el “Xeneize” tuvo una mala noche, como intentó justificar su entrenador Fernando Gago, pero todo el mérito fue del entrenador y de los jugadores de la “Lepra”. El plan del “Ogro” salió perfecto: goles que actuaron como mazazos, en el inicio del partido y en la última jugada del primer tiempo. Y después, orden y concentración para bloquear a un rival que tiene futbolistas de sobra para desequilibrar.
La realidad es que, si Newell’s estaba más fino en la definición en el arranque del segundo tiempo, el partido podría haber tenido cifras impensadas en la previa a favor del local. Y cuando tuvo que sufrir y aguantar, como en el momento del penal que Boca tuvo a su favor y falló Cavani, lo hizo con solidez y entrega.
Los rendimientos individuales van creciendo de la mano de lo colectivo. Ever Banega fue un estratega exquisito y cerebral. El paraguayo Carlos González fue indescifrable para los centrales “xeneizes”. Los centrales terminaron con chichones en la cabeza de tanto despejar balones y Luciano Lollo metió un frentazo imperial para poner el partido 2 a 0, después de un centro maravilloso de Banega. Keylor Navas mostró toda su jerarquía cuando el equipo lo necesitó. Luciano Herrera confirmó que es un velocista confiable y buen definidor. Y el resto acompañó con todas las luces encendidas.
El triunfo de Newell’s tiene mucho peso específico, pero tendrá mucho más valor si actúa como trampolín para lo que vendrá. A la “Lepra” le quedan cinco fechas y está a seis puntos del último equipo que hoy está clasificando a los play off, que es Defensa y Justicia, con 17 unidades. Con actuaciones como la de este domingo, puede ilusionarse con una remontada final para entrar en los cruces definitorios. El problema es que el conjunto rosarino tiene que remontar muchos puntos, por todo lo que se hizo mal en el arranque del torneo, y no quedan muchos partidos por disputar.
El siguiente objetivo de Newell’s tras la gran victoria sobre Boca, no será por el campeonato. Este jueves, en cancha de Platense, la “Lepra” chocará con Kimberley de Mar del Plata, buscando avanzar en la Copa Argentina, un certamen que siempre fue muy esquivo para los “leprosos”.
En la conferencia de prensa, el técnico Cristian Fabbiani resumió los fundamentos del triunfo sobre los dirigidos por Gago: “Estoy contento por las formas, dejamos a Boca lanzar de los costados porque sabíamos que así no iban a lastimar. Es un partido importante para seguir mejorando, pero todavía no se logró nada”, dijo.
Luego consideró que “esto va a ser duro hasta el final. Fuimos muy superiores, Boca no nos pateó al arco y si estábamos más fino podría haber sido una goleada”. Y agregó: “Me tengo que sacar el sombrero con este grupo, corrieron mucho, quieren sacar esto adelante. Tengo un equipo que juega bien al fútbol, pero también hay que tener corazón y huevos”.