La misiva, enviada el sábado 22 de febrero, es la siguiente:
“En este día en que, haciendo memoria litúrgica de la Cátedra del Apóstol Pedro, celebramos también tu servicio como signo y constructor de la unidad en la Iglesia, quiero hacerte llegar mi cordial saludo fraterno, haciéndome portavoz del afecto y del saludo de toda nuestra comunidad diocesana de Gualeguaychú: fieles laicos, consagrados, consagradas y ministros ordenados.
“Queremos agradecer tu ministerio al servicio de la Iglesia hasta el final, incluso hasta este momento en que tus fuerzas disminuyen por el paso de los años, los achaques de la edad avanzada y la enfermedad que estás sobrellevando. Gracias por tu pastoreo, que nos trae la misteriosa presencia de Jesús Buen Pastor; gracias por tu magisterio que siempre nos muestra el camino hacia la Vida en plenitud, animándonos a apasionarnos por Jesús, por su Reino y por el Evangelio.
“Está de más decir que rezamos por vos, por tus intenciones, por tu ministerio y por tu pronta y total recuperación. Rezamos con la certeza de ser escuchados por el Señor en nuestra súplica.
“Te hacemos llegar el abrazo fraterno con el afecto de siempre”, finaliza la carta.